Cristales (Roberto Schott R.) Benditos sean aquellos cristales acuosos que viajantes huyeron de estos ojos vacíos su escape me hace recordar todo lo que somos y este orgullo, saber los sentimientos son míos. Aún tiemblo de pavor al oír de tu maravilla Soy mudo al violar la castidad de tu mirada Y la humedad de tu lengua baña mi alma pobre Que sola cual viuda oscura en ti haya morada. Son estas luciérnagas reptantes quienes, con Silenciosos aullidos rasgan la limpidez de las cicatrices y heridas del corazón. Aquellas me mantienen vivo con avidez.