La Noche (Roberto Schott R.) ¡Protégeme otra vez, oh maravillosa y mística Noche! Haz que el sudor se evapore en sueños de criaturas aladas Y que el misterio incisivo se haga manifiesto en los ojos De los seres que viven aquí, cuando las sombras tú alargas. A la hora en que nuestro corazón comienza realmente a latir Todas las almas, estridentes, danzan frente a mi presencia Copulando en aullidos y perversos coitos silenciosos Todas ellas, quienes no poseen control de su conciencia. ¡Gloria y loor a ti, Majestuosa Obscuridad Reveladora! Ignoro si yo algún dia seré capaz de compensarte Por ser la fuente de donde manan mis ideales y por Ser quien en mis acciones y pensamientos encuentra un arte.